Apuntes de una novela futura

Llegué a un punto donde mi necesidad de encontrar una solución fue reemplazada por la poesía de mi continuo fracaso. Charles Simic.

martes, septiembre 14, 2004

Pos-it (retazo de retazos de periódicos) :

A veces puede parecer que me desconecto de la realidad, de la "actualidad" como le llaman algunos. La verdad es que algo sí aprendí al estudiar Ciencias de la Comunicación: los medios de comunicación masiva (sic), son una mierda.

No soporto ni cinco segundos la programación actual de Televisa, ni de Tv Azteca. Con los periódicos pasa otro tanto. La Jornada, mi diario favorito de izquierda, sostiene convenios con el periódico oficial de E.T.A. y llama (de manera estúpida) Insurgentes a esos asesinos cobardes. El Universal acepta cuanto chivato político aparezca, para llevarse el protagonismo. Proceso se la pasa viéndose el ombligo, narciso de los semanarios, no ve fuera de sus intereses. Reforma, el periódico yuppie por excelencia, desata su verborrea diaria confiado en su idea de ser el mesías de la información... cuando no es más que una "hoguera de vanidades" (Wolfe dixit). Crónica es el bravucón del barrio. Milenio es el cool... intrascendente a veces.

Acá en Guanatos, El Informador es por lo menos descarado... no les interesa ser un periódico, son un escaparate y punto... su hijito El Tren es el mejor ejemplo. El Occidental (donde yo trabajé) se quedó en los setentas (periodo Echeverría). Lo único rescatable de El Occidental es su suplemento cultural y un columnista. Público es nuestro narciso periodístico local (mención honorífica para Ocio). Ocho Columnas (Hi, Hitler!!) es.... bueno... es de los Tecos, es de los Leaño, es como un órgano oficial del Opus Dei. Mural... adolece de todos los defectos de su otro hermano yuppie.

Y así podría seguir por horas... la neta, por eso cuando terminaba de estudiar y al ver a mis compañeros de periodismo... pensé: "vale madre, si estos son los próximos periodistas... ya sé porque estamos así.... puro pinchi acomplejado, puro cabrón y cabrona queriendo sobresalir... contándose mentiras a diario, ¡Chale!"

Por eso me salía de clases, directo a la Biblioteca a leer libros como "La literatura y los dioses" de Roberto Calasso, "El erotómano" de Gibson, una antología de Efraín Huerta el papá "Caimán", "La vida que se va" del maistro Leñero, "Los periodistas"... y uno de Victor Roura (el wey jefe de la sección cultural de "El Financiero")... y muchos que suplían las (para mí) deficiencias de la mala compañía... o sea la caterva de babosos de mis compañeros de periodismo.

::::::::
Islas.

No hay comentarios.: