Apuntes de una novela futura

Llegué a un punto donde mi necesidad de encontrar una solución fue reemplazada por la poesía de mi continuo fracaso. Charles Simic.

martes, mayo 22, 2007

Pos-it (Recortes de diarios):

Hay grandes discuciones hoy en día, lamentablemente su vida en los noticieros y medios informativos es breve y alcanza solo para señalar su existencia. La presencia del ejercito mexicano en labores policiacas y de ministerio público con sus consecuentes inconformidades entre la población civil y algunos políticos. Las discuciones acerca de las ciudades más importantes de México (D.F. y Guadalajara) que parece se están ensforzando por pensarse a si misma. (Y dentro de este tema el perfil de sus gobernantes, uno de talante humanista, Alfonso Petersen Farah de Guadalajara y otro émulo de alcalde de Nueva York, Marcelo "Guliani " Ebrard Casaubón.

Continuaré después del noticiero de hoy....

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Islas

sábado, mayo 05, 2007

Pruostiana: (pequeño apunte sin doble intención) :

La vida nos convierte en unos cabrones.

Uno puede hacerse la ilusión de que es una persona sensata y buena. Que va por la vida pensandose muy bien donde posar sus deseos. Y luchando en la balanza con el Superyo y el Yo, de manera tal que pueda ser 'bueno'.

Pues aunque uno lo quiera (de manera hipócrita o no) y aunque uno sea fiel a lo que siente y congruente a lo que desea. Uno termina convirtiendose en un cabrón.

Ejemplo fácil (demasiado).
(Donde G. es un tipo, L. una chica y E. otra chica)
G. llega a casa de una chica. A G. le gusta esa chica, pasar tiempo con ella y escuchar acerca de su vida y de lo que piensa. A G. le gusta leer a esa chica. Por otra parte L. quiere a G. Lo cual complica al idiota de G. porque es un buen tipo (especie más peligrosa de cabrón) y también la quiere; pero G. tiene una duda existencial. ¿Será L. la única mujer capaz de amarlo? Hasta podríamos decir que la duda es ontológica. Pero G. quiere intentar la posesión de E. que es la chica que le encanta leer a G.
E. no tiene la menor intención de dejarse leer. G. piensa que es porque no sabe en que consiste en eso que él llama leer y que otros conocen como poseer. Leer según G. (y este demiurgo) es equiparable a la posesión que los seres humanos realizamos de las personas que decimos amar y desear. Deseamos y satisfasemos el deseo al poseer el cuerpo del ser amado y sus costumbres, su forma de caminar y su forma de comer y la totalidad de sus gustos. Leer a las personas es distinto.
Al leer renuncias al acto de posesión perpetua del objeto deseado. Te comportas ante ese objeto como el lector ante el libro. Podrías comprender quien le dio origen, como le ven los demás, como se interpreta a si mismo, como lo han interpretado lo demás y nada de lo anterior puede contaminar tu propia lectura del ser amado. Ya que el lector se aproxima a él con su propia carga de significados y significantes, con su propia historia como lector.
Un viejo grafiti romano lo dice con mayor claridad: "Tuve a Circe entre mis brazos una noche. De su cintura una cadena de oro pendía y decía: Ámame ahora, no te importe quien lo haga después".
Pero G. es un cabrón. Desea leer a E. mientras sabe perfectamente que L. lo quiere de una manera tradicional. Muy dentro de él G. sabe que el amor de L. es de los que tranquilizan el alma a ratos. Pero sabe que lo que le promete E. es una lectura estimulante del mundo.
G. es un cabrón porque sigue leyendo lentamente a E. mientras L. lo quiere.

islas.