Apuntes de una novela futura

Llegué a un punto donde mi necesidad de encontrar una solución fue reemplazada por la poesía de mi continuo fracaso. Charles Simic.

viernes, julio 28, 2006

Pos-it (Ok, ya... el último):

Wolfmother "White Unicorn".

Pos-it (to kick ass):

Wolfmother "Woman"

Pos-it (Die under water, reborn in his loungs):

The Most Serene Republic "Oh God".

Pos-it (el silencio cubre mi impotencia, la música lo disfraza de felicidad):



She Wants Revange "Tear you apart".

viernes, julio 21, 2006

Pos-it (Fiebre youtube):

Que la música hable por mi. C'mon C'mon y otra para bailar...

The Von Bondies.



The Arctic Monkeys.

Pos-it (nota a mi peluquera):

Quiero mi próximo corte de cabello como el del cantante de esta rolita onanista:

jueves, julio 20, 2006

Otro videito:



Para un sábado perdido entre las manos.....
Post-it (voy tarde):

Elogio del catenaccio.

Una figura se ha perdido en la noche de las utopías futboleras: la del 10, el “orquestador”. Hace tantos años ya que dejaron de usarse los sistemas derivados de sueños candorosos, el fútbol total se desvaneció con el retiro de Cruyff como técnico, quien ahora desde su atalaya en La Vanguardia sólo nos ilumina de vez en cuando con un comentario. Menotti lo mismo, ahora retirado no puede entender como jugadores mejor preparados en lo físico son incapaces de abrir la cancha y hacer el esfuerzo que hacían sus pibes allá en el 78.

La última intentona por remodelarle la cara a las alineaciones y al orden táctico vino en América del “achique” argentino, del cual Miguel Mejía Barón era declarado seguidor. Pero pronto nos dimos cuenta de cualquier intento de invención en el fútbol es redundancia.

Tal pareciera que desde que el fútbol es fútbol, hay equipos cuya fuerza reside en defender y en el grupo; y hay equipos cuya fuerza es ir al ataque. Dos equipos que atacan hacen espectáculo, la danza de dos kamikazes, dos equipos que juegan a atacarse y defender logran el equilibrio de Nash y posteriormente la balanza se inclina indefectiblemente hacia un lado. Un partido entre un equipo que ataca con brío y uno que se defiende con orgullo es la puesta en escena de las más antiguas dicotomías en pugna. El ying-yang, el blanco, el negro, la creación y la destrucción. Sólo los héroes están hechos para estos escenarios de épica.

El catenaccio no destruye al fútbol, prueba el temple de los héroes. Lamentablemente tenemos que admitir que los héroes tienen tiempo sin pisar una cancha de fútbol. El catenaccio es la traducción al fútbol de la férrea defensa de las termópilas por los oblitas Espartanos ante los Persas.
Pos-it (canciones que serán):

Tengo su nombre escrito en la palma de mi mano.

Escrito también sobre la piel: "Eres la sobrenatural evidencia de una lejanía"

Repito su nombre, veo su foto... y quiero escribir pero me sale su nombre.

Escuchando "Dancing shoes" by The Arctic Monkeys.