Apuntes de una novela futura

Llegué a un punto donde mi necesidad de encontrar una solución fue reemplazada por la poesía de mi continuo fracaso. Charles Simic.

miércoles, septiembre 08, 2004

Pos-it (algo inocuo acerca de los cuadernos) :

Desde que era niño siempre sentí un gran afecto por esos artefactos del pensamiento y el aprendizaje, los cuadernos. Pero algo estaba mal en ese afecto: los prefería más en blanco. La posibilidad de esas 100 hojas en blanco me atraía más que el resultado del llenado. A veces los rayaba con los recurrentes garabatos de escolar ocioso, pero la mayoría de las veces arrancaba las hojas excesivamente rayadas y limpiaba el espiral de las "cejas" que quedaban.

Desde esa época escribía cuentos y cosas atrás de ellos... bueno, es decir en las hojas de atrás... y ahí se quedaron. Esos cuaderno los tiré porque nunca he soportado ver un cuaderno doblado, ajado y flaco por tanta hoja arrancada.

He dejado de rayarlos, me costó trabajo dejar de hacerlo paro lo hice. Ahora trato de no maltratarlos con el fin de no tirarlos. Tengo varios. El original Cuaderno de los días, es amarillo de cubierta plástica semitrasparente que deja ver una reproducción de un cuadro de Hopper (La carta). Uno verde de tipo similar (en realidad mi tipo favorito, el de forma francesa), ese es mi bitácora de lecturas de la Biblioteca Iberoamericana, en él apunté nombres y clasificaciones de libros, además transcribí muchos poemas.. hice notas. Tengo un cuaderno amarillo de forma italiana, en el escribo "Los cuadernos de Pierrot"... Tengo un cuaderno tamaño profesional que es verde olivo, en él hago los apuntes para mi proyecto Guerrero negro... y at last but not least, tengo un cuaderno azul "El cuaderno de la esperanza" en el cual no he escrito nada....

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Islas.

1 comentario:

nacho dijo...

Yo agarré la costumbre de utilizar la libreta universitaria (sin resorte, negra, con renglores y con divisiones), pero me gusta también el block de hojas amarillas para tomar notas, referencias, etc. Saludos.