Apuntes de una novela futura

Llegué a un punto donde mi necesidad de encontrar una solución fue reemplazada por la poesía de mi continuo fracaso. Charles Simic.

miércoles, agosto 04, 2004

Pos-it (almuerzo de un voyeur con oficinistas) :

¿Hasta que punto es legítimo pelear por el caríño de una mujer? Para empezar debería pensar seriamente si "legítimo" y "pelear" son palabras coherentes para hablar de tales asuntos. Debo agregar que no digo "amor" porque esa palabra, me parece, a estas alturas necesita demasiadas muletas para tener valor.

Pensaba eso mientras comía una inesperadamente sabrosa milanesa de pollo. Comía y me veía ahí en medio de oficinista risueños pero con un regusto de tristeza, de empacadores de la tercera edad, gente del lumpen urbano cercano y una mesera sumamente hermosa.

He aquí otra de mis parafilias (o fetiches, o fantasías según quieran llamarle): las meseras (guapas). Pienso mientras como la milanesa de pollo, cuanto me ha atraído siempre la cocina, con todos esos olores, vapores y vaporosos olores, con ese sudor dulzón de las mujeres afanándose amorosas en las labores de la cocina. Y luego trato de llegar en mi cabeza al momento, tal vez a la imagen, que definió mi parafilia llamada “meseras guapas en lugares tristes”. No lo logro.

Algo sí sé. Ese movimiento de gata ágil e hiper-concentrada saliendo de la bruma vaporosa oliente a guisantes es una de las cosas más hermosas que he visto en mi perra vida. Y ese movimiento lo tiene esa linda meserita que estoy viendo ahorita. Viene y va entre las mesas cargando platos, sirviendo agua y ofertando sonrisas. Trae un top rosa que deja ver su ombligo, pantalones de mezclilla ajustados y sandalias blanco y rosa. Nulo maquillaje, y unos aretes de plata largos como único adorno. Y claro, un delantal blanco. Suspiro un poco y sigo comiendo. Que la tristeza se cierna sobre la escena, parece no estropear el encanto de encontrarme con una escena reconfortante entre tanto día aciago. Sigo viendo a la linda meserita, mientras me invento historias con ella. Como y veo alrededor, como y la veo, como y veo alrededor, como y la veo, como y la veo. En esa proporción.

De pronto me parece que el estar en un empleo cien por ciento comercial, no me ha quitado ni un ápice de mi ser cien por ciento humanista (aunque el humanismo haya muerto como dice Slavoj Zizek).

Tengo ya muy poco dinero, pero mañana a la hora de la comida iré aunque sea por un agua de horchata y me sentaré a ver a la linda meserita y obviaré el entorno un poquito miserable.

Pd. Apunte para Poema: “mis ojos son un lobo/ que olisquea la ciudad/ en busca de carne fresca/ olorosa a guisantes/ y encuentran en quien sirve manjares/ perfecta presa”.

Islas.

2 comentarios:

Nana Equis dijo...

Acaso la linda mesera recibió un poema como propina o fue la propina el poema que alegró su día?

ルイス マヌエル dijo...

mMmM, esta bien tu cosa esta pero creo que estas un poc mal informado acerca de las parafilias ya ke como tal solo puedes tener una, en todo caso seria una filia, ah y una fantasia es un nivel de filia asi como un fetiche es un tipo de esta, que se relaciona con objetos mas que nada, sin embargo supongo que no importa pues quien lo lea y no lo sepa simplemente lo pasara por alto y quizas se vaya un poco mal informado, por lo demas, el apunte me parece acertado...y bueno, se nota que es algo que bien merece su lugar en la servilleta...