Apuntes de una novela futura

Llegué a un punto donde mi necesidad de encontrar una solución fue reemplazada por la poesía de mi continuo fracaso. Charles Simic.

miércoles, agosto 11, 2004

Instantanea (nacimiento de una conspiración) :

La foto puede ser borrosa. Los tipos en ella pueden no salir muy bien. La foto está tomada a las cuatro de la mañana en una casa cercana al bosque "El Centinela", ("...jugaremos en el bosque mientras el lobo no está.."). Algún día, quizá tenga un valor anectdónico mayor. El que sonríe ampliamente es José Luis Espinoza, el que trata de que la cámara lo tome sólo por descuido es el que esto escribe, Marco Islas-Espinosa. El que está bien vestido es el Arquitecto Espinoza, el que está al lado es Marco Islas-Espinosa. Estos dos locos y sus diferencias acaban de ser los responsables de la fundación de DUNALAB... laboratorio de experimentación espacial e ideas.

DUNALAB nació de la necesidad por una definición y programa propios para escribir y formular los espacios de significación de una generación dispersa. DUNALAB se propone encontrar esa definición (nunca definitiva, pero si clara), y ese programa (nunca monocorde, monocrómatico o inflexible) acorde a los principios de la experimentación artística, filosófica, estructural y narrativa.

DUNALAB se propone reunir en cónclave a arquitectos con fotógrafos, poetas, ingenieros, diseñadores, escritores, estudiantes, maestros y promotores culturales; con el fin de alimentar la infección de ideas, hasta que un pandemonium cunda en la mente de los reunidos.

DUNALAB inició el Domingo 8 de Agosto del 2004. Están invitados a conocer más del proyecto acá: DUNALAB.

1 comentario:

nacho dijo...

Has tocado un hilo sensible. Definitivamente, cada hecho, cualquiera, tendrá siempre un valor anecdótico mayor en el futuro. Eso quizá sea hasta una ley, ¿no?. El caso es este: las anécdotas existe, viven, tienen independencia de sus protagonistas simplemente porque existieron; como tal están ahí, sobreviven independientemente de que las recordemos o las narremos. Son un viejo billete de los que imprimía la División del Norte; la abuela los tenía escondidos en su ropero, ahora que ella ha muerto los billetes han vuelto a la superficie y su valor ha crecido.