Apuntes de una novela futura

Llegué a un punto donde mi necesidad de encontrar una solución fue reemplazada por la poesía de mi continuo fracaso. Charles Simic.

lunes, julio 26, 2004

Proustiana (ella me dio un cuaderno negro) :

Las mujeres operan su magia desde un territorio enigmático y provocativo, visible. Las expresiones que los exploradores van desde el sencillo "me dio pie", hasta el excentrico "me dio bola" de los argentinos. Pero estas expresiones coloquiales, solo alcanzan a nombrar el inicio del sentimiento despertado por los coqueteos de las mujeres, la punta de ese iceberg sentimental.

¿Cómo describir una mirada que se difumina más rápido que el paso del aire? ¿Cómo transmitir la experiencia producida por esos aleteos de parpados... eso giños?

Confiaré en la enumeración: Ella me regaló un cuaderno negro con una foto suya, Ella me dijo "Vamonos a México", ella me dijo "Vamos a trabajar juntos", ella me vio muchas veces enamorarme de ella... ella me vio hacer excepciones por ella, Ella no dijo nada cuando yo la amé diciendolo... Yo fui idiota, y ahora sólo me queda un cuaderno negro, el aire y el recuerdo.

texto(s) copiado(s) de "el cuaderno negro" :

*

viajera apíadate de tí
los itinerarios están sujetos sólo al
alcanze de los anhelos

*

amo las manchas que mi deseo
dibuja en ti
con la misma intensidad con
que beso tus lunares y el
oscuro trigo de tu cuerpo

*

la mirada regresa en el instante mismo
de partir
algo como una membrana une en el
viaje el principio y el fin
detrás de mis ojos donde
nervoladuras luchan contra la
concavidad original de mi craneo
persivo el constante flujo del
deseo que clama la unión de la
imagen y el deseo

*

"¿cómo puede la Luna estar tan
alto si yo la piso en los charcos?"

*

"Cada deseo me ha enriquecido más que la
posesión siempre falsa del objeto mismo de
mi deseo". André Gide.

*

no puede el café lavar
con su amargo tibio beso
el sereno alivio de tus
labios
que ocurren sobre mi
como un milagro que
suena a violín y tiene
el tacto de las olas

*

traspasarte

no hay otro remedio
para malograr el olvido
que hendir en tí la tibia
fiereza de la palabra

palabra que he de
formar con las
cenizas de tu propio
fuego ardiendo en otros pechos

***

Islas.

Pd. (los textos fueron escritos en el cuadernillo negro que P. me regaló).

1 comentario:

Oscar Huerta dijo...

Genial post.
Dejo agradecimientos por el placer de habernos compartido.

o.