Apuntes de una novela futura

Llegué a un punto donde mi necesidad de encontrar una solución fue reemplazada por la poesía de mi continuo fracaso. Charles Simic.

domingo, enero 11, 2004

Telegrama:

Telegrama desde el otro lado de las Señales:


Harry Block (Descontructing Harry) superó el bloqueo de escritor al abstraerse de su realidad para reflexionar acerca de ella. Yo no soy tan bueno. Necesito ayuda. Una voz-luz, una voz-pajarito me preguntó, ¿tú ves señales?

En ese momento respondí que desde hace tiempo no. Sin embargo en ese momento tenía una frente a mí.

Despúes se sucedieron más. Pero entendí algo más. Las señales no están hechas para ser interpretadas, sino para ser seguidas y admitidas como guías de nuestros anhelos y deseos. Pero, ¿porqué no colocarles como guías de nuestras acciones? Nuestras acciones tienen repercusiones concretas, palpables... y muchas veces corresponden a una respuesta automática de nuestro comportamiento. No así nuestros deseos y nuestros anhelos. Estos van poniendo en movimiento la sigilosa y enigmática máquina del destino y el azar.

Esta máquina trabaja desde lugares insospechados. Puede habitar nuestro interior, o puede hallarse en el ser deseado o amado, puede incluso radicar en una obra de arte y es dulce y segura la vida cuando se puede encontrar las tres cosas en un solo lugar.... es decir: el ser anhelado como la sigilosa y enigmatica máquina del azar, la vida como una obra de arte... la comunión continua del acto creador y del demiurgo.

Me pongo extraño cuando escribo de manera automática.... pero es escritura libre. Perdonen lo mal escrito.

señal electrica

Veo señales, oigo también. Una música viene y habla, habitando lo que hasta hace poco era el silencio purpúreo de las esquinas de la noche... es una música de raíz electrónica... de corriente alterna e invisible... maravilla electrica... veo señales y veo también un rostro que puede ser cualquiera y por primera vez siento correcto... el viaje ya nos es un escape... por primera vez puedo irme sin huir... señales como el aleteo eléctrico de tu corazón en mi pecho.

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