Pos-it (Plegaria para un micrófono dormido) :
A veces pienso que la osadía no es más que una insuficiencia, pero a veces pienso también, que los pensamientos son como el cigarro... y que lo que sobra en ellos se desprende como la ceniza y lo que importa se hace humo y al final nada queda.
A veces pienso, con la cabeza llena de guitarras, teclados y sonidos varios... que una gran canción me espera al final del sueño, y que esa canción será escrita por un hombre que todavía no soy, pero podría ser. Esa canción además dará inicio a otras canciones, canciones que sustituirán a esa carta total, a esa carta mítica que pienso también existe y puede ser escrita por alguien que aún no soy. Esa carta que es capaz de convencerla irreversiblemente. Convencerla a ella, a esa que me ronda la cabeza y me hace pensar en cartas (que pueden ser novelas, libros enteros), canciones (que pueden ser poemas, que pueden ser obras completas).... Ella que me ronda la cabeza y me hace pensar en cartas (que pueden ser películas)...
A veces me acerco a un micrófono y esbozo dos o tres trazos de canción; para enseguida callar, avergonzado, y rogar por un poco de esa epifanía que se disuelve con la vigília, mientras me abrazo a mi Fender Telecaster imaginaria.
Esto se convierte un poco en realidad si escucho "Sea of Love" en versión de Tom Waits o "La Mer Opale" de Coralie Clement.
2 comentarios:
Este post es hermoso. (nada más qué decir).
Lo bueno es que se vuelve realidad.
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