Pos-it (Razones para el silencio):
Que la vida cambia, no me cabe duda. De que lo puede hacer en un instante tampoco. Pero me resisto a pensar que una persona le haga eso a mi vida dos veces. Y a pesar de mi resistencia sí lo hace, porque siendo sinceros en este caso, la única cura es el mismo veneno otra vez.
Me han rondado últimamente algunas palabras. Algunas frases. "El corazón tiene esquinas... tiene calles", me dice alguien desde un rincón. "Lo malo no es mentir, sino no saber administrar las mentiras", me dicen unos ojos. "Es mejor tenerla una vez que no tenerla jamás", me dicen sus labios.
Y la principal ocupación de la noche es recuperar entre tanta careta, aquella que dejamos de lado para fingir alegría. Hora de quitarse la careta falsa de la felicidad, para tomar aquella que mejor representa la mueca debajo de ella.
El corazón roto y empozoñado, hinchado y malevo. Negro, oscurito y envenenado listo para morder a quien lo jodió desde un principio.
La noche trae a Erik Satie con "Trois Gymnopedies".
1 comentario:
Rojo es más bonito, pero llega un punto en que a veces el color ya sólo es pura convención.
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